miércoles, junio 13

¡Impidamos el retiro de México de la ONUDI!

Me dispongo a copiar "un post del Dr. Octavio Islas, una nota de Miguel Ángel Sánchez de Armas y la convocatoria del diplomático Jorge Eduardo Navarrete" en estas líneas y digo ¿así pretenden aumentar competitividad?

Jorge Eduardo Navarrete, distinguido diplomático y autor, lanzó hace unos días un llamado de alerta. Creo que es inadmisible que en una democracia los administradores que el electorado contrata para llevar los asuntos del país, tomen decisiones como la que aquí se da a conocer sin primero consultar y eventualmente convencer a quienes les dieron el mandato. Quizá estos funcionarios debieran tomar nota del episodio reciente en que los ministros de la Suprema Corte demostraron, como perspicazmente lo escribe Rafael Cardona, de qué están hechos… y, digo yo, señalaron el rumbo que en el futuro pueden tomar muchos asuntos importantes para la vida de la nación.

HECHOS

El 28 de mayo, en conferencia de prensa, la titular de Relaciones Exteriores, confirmó que "se propondrá al presidente Calderón que México abandone la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y otros organismos", "como parte del plan de austeridad del gobierno federal". Tras un análisis detallado de "casi 243 organismos internacionales", en el caso de la ONUDI, "tenemos que decir que sí detectamos que es un organismo en donde los proyectos y agendas que México ha tratado de promover no siempre han marchado en el ritmo que nosotros hubiéramos querido. La ONUDI es un organismo que tiene como área prioritaria África, y se llega a la apreciación de que América Latina es una región que no presenta las mismas carencias del continente africano". (Las citas proceden de notas de prensa, publicadas por La Jornada y Reforma el 29 de mayo.)

CONSIDERACIONES

Sobre el anuncio de la canciller

Preocupa que la evaluación de la participación de México en los organismos multilaterales se emprenda desde el ángulo de la austeridad presupuestal. Debe realizarse, de manera permanente, desde una perspectiva política que asegure la actuación eficaz del país, tanto para los objetivos de política exterior como para el cumplimiento del mandato de los organismos concernidos. Los criterios de austeridad no deben afectar el cumplimiento de los compromisos internacionales del Estado. La SRE tiene amplia oportunidad de restringir gastos no esenciales sin afectar esos compromisos.

Señalar que se ha evaluado la participación de México en "casi 243 organismos", sin jerarquización alguna, pretende disimular que el único importante que se pretende abandonar ahora es la ONUDI. Objetar la prioridad para África revela insuficiente sensibilidad política, al desligar a México del sentido de solidaridad que la inspira. Además, se ignora que esa prioridad se extiende a todos los organismos de las Naciones Unidas, incluidas las instituciones financieras internacionales.

Sobre las consecuencias de la decisión

El objetivo proclamado de ahorro no se conseguiría: evitar el aporte de una cuota anual del orden de Dls 2.8 millones (y contribuciones voluntarias promedio de aproximadamente Dls 323 mil por año) impediría recibir recursos de cooperación – en efectivo y en especie – que entre 2001 y 2006 han alcanzado a un promedio anual de Dls 7.03 millones.

El argumento de la escasa relevancia de los programas de la ONUDI para México no se sostiene. Una rápida revisión de los proyectos de cooperación que se verían afectados deja en claro que el retiro afectaría a un gran número de empresas mexicanas, especialmente medianas y pequeñas; a organismos de desarrollo tecnológico y educación superior, y suspendería proyectos de importancia para el cumplimiento de algunos de los compromisos ambientales de México.

Siendo México sede de la oficina regional de la ONUDI para América Central y el Caribe, se afectaría la marcha de proyectos de cooperación con países con los que, al menos en las declaraciones oficiales, se desea mantener buenas relaciones. Retirarse de la ONUDI cuando la secretaría de la Organización es conducida por primera vez por un nacional de un país del África subsahariana entrañaría un mensaje negativo para una parte importante de la comunidad internacional.

Convertir a México en el primer país en desarrollo en retirarse de este organismo especializado de las Naciones Unidas pondría en duda la vigencia del compromiso nacional con la cooperación multilateral y traicionaría una de las mejores tradiciones de la diplomacia mexicana.

CONCLUSIÓN

Es deseable que la propuesta de retirar a México de la ONUDI, si a fin de cuentas se presenta, no sea aceptada por la Presidencia. Si, por desgracia, se aprueba, cabe esperar que el Senado de la República se pronuncie en contra de ella y propicie una rectificación.

Eugenio Anguiano, Agustín Basave, Jorge Basave Kundhart, Norma Blazquez Graf, Francisco Bolívar, Fausto Burgueño Lomelín, Enriqueta Cabrera, Elsa Cadena González, Ernesto Camacho Leal, Daniel Cazéz-Menache, Rolando Cordera Campos, Selva L. Daville Landero, Dalia Margarita Favela Gavia, Alfonso Fernández Cruces, Antonio Franco Gutiérrez, Renward García Medrano, León García Soler, Antonio Gazol Sánchez, Jorge A. González, Jesús González Schmal, Jesús de Hoyos, David Ibarra Muñoz, Gustavo Iruegas Evaristo, María Elena Jarquín Sánchez, Javier Jiménez Espriú, Julio Labastida Martín del Campo, Alonso López Cruz, Martha López Flores, Ernesto Marcos Giacomán, Rogelio Martínez Aguilar, Ifigenia Martínez, Javier Matus Pacheco, Víctor Manuel Méndez Villanueva, Alberto Montoya Martín del Campo, Eliezer Morales Aragón, Jorge Eduardo Navarrete, Federico Novelo Urdanivia, Emilio Ocampo Arenal, David Pantoja Morán, Eduardo Pascual Moncayo, Javier Patiño Camarena, Ricardo Raphael de la Madrid, Benito Rey Romay, Miguel Ángel Sánchez de Armas, Elena Sandoval Espinosa, Jesús Silva Hérzog, Carlos Tello, Saúl Trejo Reyes, Ramón Carlos Torres Flores, Julio Zamora Bátiz.

sanchezdearmas@gmail.com

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